La dirofilariasis es una enfermedad parasitaria causada por el nematodo Dirofilaria immitis. Esta enfermedad es conocida por su impacto devastador en la salud de los animales, especialmente en los perros, donde puede causar insuficiencia cardíaca, daño pulmonar y, en casos graves, la muerte. La prevalencia de esta enfermedad varía según la región, siendo más común en áreas tropicales y subtropicales.
¿Qué es?
Dirofilaria immitis es un nematodo de la familia Onchocercidae.
Los adultos pueden medir hasta 30 cm de largo y suelen alojarse en las arterias pulmonares y el corazón del huésped definitivo.
Los parásitos adultos producen microfilarias que circulan en el torrente sanguíneo y son ingeridas por los mosquitos durante la alimentación.
Prevalencia
La distribución de D. immitis está estrechamente relacionada con la presencia de vectores adecuados (mosquitos) y las condiciones climáticas que permiten el desarrollo de las larvas. En Estados Unidos, la dirofilariasis es endémica en estados del sur y sureste. En Europa, la enfermedad se encuentra principalmente en áreas mediterráneas.
El cambio climático y el aumento de viajes internacionales con mascotas han contribuido a la expansión geográfica de la enfermedad. La presencia de dirofilariasis canina en Colombia se ha reportado principalmente en las zonas costeras y las regiones tropicales y subtropicales. Las áreas con mayores índices de humedad y temperatura, como la región del Caribe y la región del Pacífico, son las más afectadas. Estas condiciones permiten una alta densidad de mosquitos, principalmente del género, que son los principales vectores del parásito.
Ciclo Biológico
El ciclo de vida de D. immitis implica un huésped definitivo (generalmente un perro) y un huésped intermediario (mosquito). Los mosquitos ingieren microfilarias al alimentarse de un animal infectado. En el mosquito, las microfilarias se desarrollan en larvas infecciosas (L3) en aproximadamente 10-14 días, dependiendo de la temperatura ambiental. Cuando el mosquito infectado pica a un nuevo huésped, las larvas (L3) se transmiten y migran a través del tejido subcutáneo hacia el sistema circulatorio, donde maduran y se establecen en el corazón y las arterias pulmonares.
Manifestaciones Clínicas
La dirofilariasis canina puede variar desde infecciones asintomáticas hasta enfermedades graves con síntomas clínicos notables.
Las manifestaciones clínicas dependen del número de gusanos, la duración de la infección y la respuesta inmunitaria del huésped. Los signos incluyen:
En casos avanzados, los perros pueden desarrollar, hipertensión pulmonar severa, y el síndrome de la vena cava, una condición crítica caracterizada por obstrucción del flujo sanguíneo debido a la acumulación de parásitos en la vena cava y el corazón derecho.
Diagnóstico:
El diagnóstico de la dirofilariasis se realiza mediante varios métodos:
- Inmunocromatografía de flujo lateral (test rápidos):Detectan antígenos producidos por hembras adultas de D. immitis.
- Microfilaria en sangre: Examen microscópico de muestras de sangre para detectar microfilarias. Prueba de gota fina en micro capilar.
- Radiografías torácicas: Evaluación del daño pulmonar y cardíaco.
- Ecocardiografía: Visualización directa de parásitos en el corazón y las arterias pulmonares. Alteraciones de flujos pulmonares, distensiones de vasos y cámaras.
- Pruebas serológicas adicionales: Para detectar anticuerpos contra Dirofilaria immitis.
Tratamiento
El tratamiento de la dirofilariasis canina es complejo y debe ser supervisado por un veterinario. Incluye:
- Melarsomina: Un fármaco adulticida utilizado para eliminar gusanos adultos.
- Lactonas macrocíclicas: Por ejemplo, Ivermectina o Milbemicina para eliminar microfilarias.
- Tratamiento de soporte: Incluye restricciones de ejercicio, manejo del dolor y tratamiento de síntomas asociados, como la insuficiencia cardíaca.
Medidas Preventivas:
La prevención de la dirofilariasis se basa en el uso regular de medicamentos preventivos que eliminan las larvas antes de que puedan madurar. Los medicamentos preventivos comunes incluyen ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina y selamectina. Además, es importante controlar la población de mosquitos, evitando su exposición especialmente en áreas endémicas.
Bibliografía
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